Monday, August 18, 2008

Falopa

Conque esas tenemos. Está en todas partes, y en ninguna. Qué derroche metafísico. Y saque el cuerpo que usted desea, con sólo unos minutos al día. Y quedó mas linda que nunca.

Como cualquier hijo de vecino. En musculosa, blanca limpia con suavizante. Marcas de púber en la espalda, piel tostada de deportes de clase acomodada. Un andar tranquilo, aunque algo desajustado. Fuera de lugar, todavía. A primera vista, los ojos muestran paz, sosiego. Debajo hay más, yo sé, se oye cada tanto. O no.

Yo y mi neurosis, sí, estamos juntos hace tiempo. Pero nos llevamos. Ay, él. Cómo me gusta hablar bien de mí mismo. Cómo me gusta hablar mal de mí mismo. Cómo me gusta hablar de mí mismo.

Sunday, August 03, 2008

Leer el diario.

A la trigésima vez que un periodista le preguntó la razón por la que Estados Unidos seguía en Vietnam, Lyndon B. Johnson perdió la paciencia. Arthur Goldberg, su embajador en Naciones Unidas, cuenta que el presidente se desabrochó el pantalón, “sacó su considerable miembro y, sacudiéndolo, le dijo: ‘¡Esta es razón! ¡¡Esta!!’.”