Otro Negocio. Gris no, rojo. Rojo de pasión tropical que quema. Que arde. Que desgarra desde adentro, que mentira. Que de pasión no hay nada, o por lo menos nada se muestra. Todo se contiene y se guarda adentro, son ya tantas las cosas que empiezan a entremezclarse mutar conformando una masa informe que termino adoptando como forma de actuar. Me convierto en una masa informe mutante. Soy, una masa informe mutante. ¿Y el informe? Copialo boludo que te lo va a pedir; bueno dale gracias. La cagada es no tener de dónde copiar. Y hablando de cagadas, bah. Hablando.
Segundo párrafo, lo mismo desde otro punto de vista. Qué buena está la Fierro. Hagan el amor, quieransé, escuchensé, háganlo por nosotros. Ahora quiero leer las viejas a ver que onda. Locas.
Segundo segundo párrafo, ¿lo mismo desde otro punto de vista? Y Yo Qué Sé. Creo que ya había dicho eso. Bueno, no. Dicho.
Evasivas. Invasivas. Incisivas. Molares, morales. Será de Zeus. Migraña inmigrante de hace un par de semanas, que colgó un par de semanas (a full con la facu, ¿viste?) y se quedó fuera de contexto la pobre. Ahora duerme en un cajón de parenterales. Y eventualmente todos vamos a terminar así. Todo bicho que camina. La concha de la lora.
Con la suavidad de un martillo neumático de esos que pululan por las ahora misteriosas tierras de Enfrente. La triple enfrente. Yo también me estoy quedando pelado. Mastodóntica gracia de matar una polilla con un soplete. O de tratar de tapar el ruido de una jauría de hienas barrios con una pandereta.
¿Y se puede saber que mierda es lo que estoy buscando? Calculo que sí. Espero que sí. Creo que no.
Y de purgar no termino nunca. Más que calesita, tornillo, que con cada vuelta se va enterrando más y más en la carne, aunque ¿para qué me quiero atornillar una gamba? Qué buena pregunta, Mario.
Y sí. Qué buena pregunta.
